“Vengo a ayudar al Xerez a subir a Primera. Para mí es un orgullo defender sus colores ¡Forza Xerez!”. Leyendo para no evidenciar su precario castellano y sin ruborizarse se presentaba Shang Yi, el primer futbolista chino de la liga española: “Me gusta atacar y crear peligro. Suelo jugar de delantero, de mediapunta o de extremo derecho o izquierdo”.
Antes de incorporarse como cedido al Xerez en el mercado invernal de la temporada 03/04, Shang Yi había desarrollado toda la carrera como profesional en el Beijin Guoan de China, con cuyo seleccionado disputó dos encuentros en el año 2000. Algo de duende tenía que tener, puesto que en su adolescencia había sido escogido entre los futbolistas más prometedores de su país y enviado cerca de cuatro años a Brasil para perfeccionar sus habilidade.
Shang Yi tardó casi un mes en entrar en las convocatorias de Esteban Vigo y debutar a pesar de encontrarse en perfectas condiciones físicas por una sencilla razón: el Xerez no disponía de fondos para depositar en la LFP los 18 mil euros que se requieren para tramitar la ficha de un futbolista extracomunitario. Finalmente terminó disputando 8 partidos, todos ellos como suplente.
Si bien no demostró gran cosa, puede presumir de haberse ganado el afecto y la simpatía de la afición xerezana tras marcar el gol del empate de su equipo ante el Cádiz solamente tres minutos después de haber ingresado al terreno de juego. Sin sitio en el equipo y habiéndose descubierto no sólo que no cobraba sino que un supuesto patrocinador (posiblemente una autoridad deportiva china) había pagado cerca de 60 mil euros para que se formase y adquiriese experiencia en el fútbol español, se marchó acabada la campaña. De vuelta en su país y hasta su retiro en 2008 Shang Yi participó en una veintena de partidos con el Beijin Guoan.
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