Carlos Roa alcanzó el mejor nivel de su carrera a lo largo de la temporada 98/99. Durante aquella campaña no solo se consolidó como titular de la selección argentina sino que además sus actuaciones resultaron fundamentales para la obtención de la Supercopa de España y el histórico tercer puesto del Mallorca en Liga. Por si fuera poco, ganó el premio Zamora al portero menos goleado con 29 goles encajados en 35 partidos. Considerado uno de los mejores del mundo, si en verano de 1999 no fichó por el Manchester United fue porque decidió retirarse para entregarse por completo a su religión. Tenía 29 años.
La religión fue también responsable de la decisión del guardameta argentino de convertir el 13 de su dorsal en un '1.3'. Cuestionado al respecto, Roa explicó que el punto que hacía colocar entre los números 1 y 3 no tenía que ver con manías o supersticiones sino con la creencia de que esos números representaban a Jesús y a la Santísima Trinidad. Cuando a mediados de 2000 regresó a los terrenos de juego portó durante dos campañas el dorsal 1 del Mallorca debido a que el 13 había sido ocupado por Miki. Su fichaje por el Albacete en verano de 2002 le hizo recuperar el 13. O mejor dicho: el '1.3'.
La religión fue también responsable de la decisión del guardameta argentino de convertir el 13 de su dorsal en un '1.3'. Cuestionado al respecto, Roa explicó que el punto que hacía colocar entre los números 1 y 3 no tenía que ver con manías o supersticiones sino con la creencia de que esos números representaban a Jesús y a la Santísima Trinidad. Cuando a mediados de 2000 regresó a los terrenos de juego portó durante dos campañas el dorsal 1 del Mallorca debido a que el 13 había sido ocupado por Miki. Su fichaje por el Albacete en verano de 2002 le hizo recuperar el 13. O mejor dicho: el '1.3'.
Referencias:
Carlos Ángel Roa (BDFútbol)
"Carlos Roa, el portero que antepuso su religión al fútbol" (Fútbol y Pasiones Políticas, 15/09/2011)
MARCA (Hemeroteca)
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