Carlos Roa alcanzó el mejor nivel de su carrera a lo largo de la temporada 98/99. Durante aquella campaña no solo se consolidó como titular de la selección argentina sino que además sus actuaciones resultaron fundamentales para la obtención de la Supercopa de España y el histórico tercer puesto del Mallorca en Liga. Por si fuera poco, ganó el premio Zamora al portero menos goleado con 29 goles encajados en 35 partidos. Considerado uno de los mejores del mundo, si en verano de 1999 no fichó por el Manchester United fue porque decidió retirarse para entregarse por completo a su religión. Tenía 29 años.